¿Cómo estarán los expeditos caminos
instituidos en los años venideros
que la defensa es dilación del olvido?
¿A dónde partirás sino peregrino,
más denso y frío, más cándido y verdadero,
por huir del vil pensamiento, satisfecho?
¡Ay, desesperación humana que siento!
¡Ay, maldita espina clavada en el pecho!
¡Tus ojos son de hielo y mi amor eximio odio,
que por mucho no habrán más amargos besos
en los chasquidos del iceberg metálico!
Siempre la muerte acecha en cada segundo
porque la renuncia trae desasosiego
y pretender compartirte, desaliento.
Que en tu curioso minutero, no sé...
Si vivo o muero o no soy porque no llego.
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Vicente Gómez Quiles.
Publicado en e-Stories.org el 16.10.2011.
Más de esta categoría "Dolor" (Poemas en español)
Otras obras de Vicente Gómez Quiles
¿Le ha gustado este artículo? Entonces eche un vistazo a los siguientes: