La verdad hace daño,
oxida nuestras escamas...
Desde los acantilados de Anaga
la batalla resultó eminente.
Arrollando sin piedad
los ejércitos de Fernández de Lugo
avanzaban hacia las montañas.
Asesinando al guanche
interceptado a su paso.
El mencey Beneharo
frente a los suyos,
Intentando motivarlos, exclamó
mientras alzaba la añepa:
- ¡Guayota, Achamán!
¡Por los huesos del Gran Tinerfe,
juro llevar a mis guanches a la victoria!
Desenterrando un recipiente de barro,
desde la caverna proclamaba:
- ¡Vamos a luchar!
Definitiva la derrota guanche,
Adelantado Fernández fundó la Laguna.
(Capital tinerfeña durante años.)
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Vicente Gómez Quiles.
Publicado en e-Stories.org el 02.01.2012.
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