Escritos De Un Internado

"El grupo, el grupo!... ¿iré?¿o no? No tengo ganas, para que? escuchar lo que en quinientos grupos anteriores? o repetir, o inventar, no! pero no tengo ganas de acostarme temprano, todavía es de día y después nos mandan a dormir puertas cerradas y todos, ni fumar. Quizas siga escribiendo aquí, en este escritorio aislado del segundo piso donde solo yo, porque escribo la revista semanal me dejan, y todos me dejarían en paz y silencio por un rato mientras estan en el grupo. Pero antes, antes lo peor, el anuncio del grupo y que ya en cinco comienza,

los gritos!" el ruido llega por el puente amplio y trato de atajarlos y me lacero a manotazos;

Vuelvo a mi Diario. 

el sin-sentido sigue dando vueltas en mi calesita.

es ella, ella quien lo torna todo hueco y vacío. 

No hubo sorpresas hoy en mi no-cumpleaños, estuve anclado a una nada de inquietudes:

necesidad del alma de gritar en letras lo que la voz de mi conciencia reprime: libertad, verdes paisajes, familia, autonomía y todo lo similar de lo que un ser en mis circunstancias viviría.

Todo llega pero no es hoy ni mañana, tampoco fue ayer,

es cuando por una desconocida decantación (como una palta madura que cae por su propio peso) o cuando tenga que ser, según jueces apartados y apartes que dictaminan libertad sin garantías de mejoría dictaminen romper cadenas para quienes no van a cambiar.

Quisiera ser yo y solo yo pero estoy en el entramado del laberinto de vacíos, desasosiegos, desencuentros, medicaciones que me despersonalizan, terapias sin verdades a pasos de cangrejos, opiniones contrarias, hartazgos y tantas emociones encontradas o perdidas

otra vez perdido;

mis proyectos se ofuscan pero, pero...

pd/ la esperanza no alcanzó para vislumbrar un cambio o mejoría.

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