Microrelato 15: Te lo dije

          Me encontraba observando un cuadro. Una mujer sentada en una silla lloraba con las manos cubriéndole el rostro. El marido la miraba frustrado, como sabiendo que aquello tenía que ocurrir.

          De repente, se giró hacia mí y me clavó su mirada. Sacó una pierna del cuadro y terminó de salir para dirigirse donde yo me encontraba.
          -¿Sabes cual es tu problema? -me dijo, una vez llegó.
          -¿Cual?
          -Que piensas con la cabeza y decides con el corazón.
          -Me enseñaron a no herir aunque tuviera razón -le contesté.
          -¿No te das cuenta de que la verdad saldrá a flote en un descuido o enojo? ¿Cómo crees que quedarás ante la otra persona cuando se de cuenta que has sido condescendiente  todo el tiempo? 
          -¿Como una buena persona?
          -Efectivamente, y a partir de ese momento te faltará al respeto porque solo has hecho que plegarte, dejando de ser tú mismo. No tienes por qué ofender, la ofensa está más en la forma. Puedes endulzar la verdad a modo de abrazo.

          El hombre se giró sin más, una vez me dio luz sobre el cuadro. Ocupó su lugar en la escena y continuo mirando a su mujer.