jueves 30 de agosto de 2007
El puerco
El tocororo porque tiene los colores de bandera, es nuestra ave nacional, aunque sino he visto totovÃa uno.
La palma es nuestro árbol nacional porque con ella se hacen los bohÃos de los campesinos que viven en el campo.
La mariposa, es la flor nacional porque con sus pétalos se pasaban mensajes secretos los libertadores.
Es por eso que desde esta tribuna ¡Propongo!
AL PUERCO Animal Nacional, único héroe de la República de Cuba.
Un amigo extranjero se ofende porque su novia cubana, le dice eres un puerco!!. Para salvar la situación le digo:
-Mira chico, el puerco es el animal más importante en nuestro paÃs, ha salvado numerosas vidas humanas.
Y
es cierto. ¿Cuántos sacrificios no hace un cubano por tener un PUERCO
en familia?. Asà que le tuve que contar un poco de historia popular
cubana donde la relación con el puerco era cuestión de vida o muerte.
Algunos años atrás en mi paÃs llegaron a prohibir, lo improhibible,,o sea tener un puerco. Las razones eran válidas pero el “Remedio era peor que la enfermedadâ€.
Las voces por la calle eran:
-Se
volvió Loco,,no puede ser posible, este Caballo esta apretando,,esta
vez se Cae, no creo sea verdad. ¡Es una bola,,!!!decÃan otros, cada uno
una opinión diversa. Nadie se lo creÃa. Comenzaron a venir los
inspectores a controlar a las casas y poner multas por tener “un puerco
en familiaâ€. Entonces sÃ, que la gente se lo empezó a creer.
Mi
vecina, lo tenia en el balcón del apartamento, dentro de una semana
cumplÃa 15 años y el cochino no podÃa faltar!!! Cuando vinieron los
inspectores lo metió en el baño, los gritos del animal se sentÃan a una
cuadra, asà que nada habló con los vecinos y ,,,!!!Música Maestro!!!
Todo el edificio era una caja de música, tal que los gritos del animal
eran desaparecidos en medio de tanto jolgorio. Asà que nada llegaron
los inspectores y basto decir que habÃa alguno en el baño. Cierto que
habÃa alguno el ¡PUERCO!!!!
Pero el premio nacional en defensa del animal y la familia, se lo doy a el PAPI,,asà llamaban a mi vecino padre de cinco hijos. El Papi siempre encontraba a todo una solución “el bombillo se le encendia†en el momento justo,,lo q le venia en mente era digno de un premio.
En el patio de Papi habia un hueco redondo de trenta centimetros de diámetro que conducia a una fosa natural. Alli metió a Chicho,,Chicho el puerco, ahh
si ,se me olvidaba en mi paÃs son tan importante los puercos q se les
pone un nombre, y no solo se les pone un nombre,,se les llama por su
nombre!!! Si dicen Chicho hoy comió mucho, o Chicho
está gritando,,hablan de ÉL. Todos los vecinos saben cuando el dueño
habla de su puerco porque se usan diminutivos, apodos dulces o el
personaje de moda de la última telenovela Brasileña.
Papi tenia una idea. DebÃa preparar la casa para Chicho,,se
enfiló en el hueco y construyo desagüé, pavimento, dio por fino la cal
a las paredes. Los hijos lo veÃan entrar y salir del hueco sin entender
bien como lograba entrar y salir un hombre de semejante talla por tan
pequeño agujero. Pero qué cosa no hará un padre por dar de comer a la
prole!!.
Los hijos de Papi en circulo alrededor del hueco no desatacaron ojo en toda la mañana mientras Papi preparaba la SUITE para Chicho.
El pequeño Chicho llegó.
-un puerco a destete, cuarentaicinco dÃas de nacido. Dijo Papi a los hijos y la mujer.
Lo enfiló en el hueco.
Chicho, pobre chicho, no vio más la luz, durante seis largos meses. Chicho comió, durmió y cagó, todo allÃ.
Los primeros dÃas fueron los más difiles para Chicho, su instinto animal le relevó a través de los olores el sufrimiento de sus antecesores, que le repetÃan:
-De este hueco debes escapar!!! Huye, Huye.,,,
CreÃa de haberse vuelto loco, corrÃa y gritaba casi al limite de la locura. No podÃa creer en las voces de sus antecesores. Él, Chicho, tendrÃa un mejor futuro.
La
realidad comenzó a revelarse diversa. ¿Cómo podÃan tratarlo asÃ?,
aislarlo, negarle la luz, darle sobras y luego hablarle con aquella voz
casi paternale, si paterna, de un padre. ¿Cómo podian hablarle con aquella dulzura, con aquella insistencia?, y decirle:
-Chicho debes comer para que te hagas grande, o ¿cómo está Chicho hoy??,,,o Chicho ¡cuánto has crecido!!! Chicho debes ir a escuela, Chicho debes crecer y estudiar para que seas libre!
Pero Chicho olvidó su instinto y no quizó
escuchar más las voces de sus antecesores y comenzó a comer. Aceptó su
puerca vida, su hueco al final, mirándolo bien en la oscuridad, el
color de las paredes era digamos agradable, eran asi blancas, limpias, eran casi transparentes, estaba seguro que con el tiempo caerÃa un piedra y podrÃa escapar.
-SÃ, estaba seguro. ¡EsperarÃa! Pensaba Chicho.
Fueron pasando los dÃas para Chicho.
Y llegó ¡el dÃa de las Madres!, el San Martino cubano, el dÃa indicado.
Allà estaba Chicho listo ser sacrificado por la felicidad colectiva y familiar. Pero también Papi debÃa sacrificarse porque Chicho pesaba cien libras y por aquel hueco ¡ni muerto pasaba!!.
Papi,
como todo un soldado que sabe cuando el deber lo llama, se enfiló en el
hueco. Nuevamente los hijos en cÃrculo alrededor enfilaron los ojetes
en la profunda y oscura cavidad. Miraban la última lucha entre hombre y
fiera; esperando q fuera Papi, su papi, a salir vivo del hueco.
Un grito infernal marcó la fine de querido Chicho, y como piezas de un rompecabezas, patas, cabeza, cuerpo, salió finalmente en superficie, Chicho.
Moraleja, cuando el caballo aprieta también nosotros apretamos a Chicho.
Sino queremos salir como Chicho debemos aprender a escuchar todas las voces.
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Gaviota Zalas.
Publicado en e-Stories.org el 10.09.2007.
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