Desahogo3
Redes arácnidas protegen los pensamientos.
Dirigen las sendas del alimento
que cayó desde la cumbre de la cueva bermeja.
La que ha parido estalactitas blancas
y estigmas de caries nefastas.
Lucen las sombras sus velos extranjeros
en grises y marrones,
en sedas y en nostalgias.
El olvido pasa la escoba.
Recoge los pedazos de memoria
que se han escupido con la rabia.
Los errores son caminos de maestros sin ojos.
Las certezas, iluminaciones sordas.
La burla, una llamada
del miedo y la soledad no deseada.
La culpa: la huella de la calma.
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Maria Teresa Aláez García.
Publicado en e-Stories.org el 14.07.2008.
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