Oscuridad de luz en las rojas estrellas,
que nada puede quedar si nada se espera;
sonando desnudez en fúnebres aceras.
Sin tí, las penas atraen señas del naufragio,
fulgor de máscaras ascienden escaleras.
Lo que quieras, como supongas, donde vengas...
Que mi abandono de madrugada son restos.
Un adiós más, ... Una sanguijuela extranjera.
Dame sol envolviendo jardines, pureza,
olas del terso mar, sanguínea zozobra.
He desnudado la vanidad del deseo,
he buceado de nuevo dentro del abismo.
Oscuridad de voz en los rojos pulmones,
que nada puede quedar si sólo se escucha
aquel vertiginoso crepitar de estrellas...
Roncos glóbulos que esta sangre descorriera.
Agónico telón de este escenario gris
donde me dejé perder los días sin vivir.
Oscuridad del único mar; boca seca.
Sin tí, las penas atraen señas del naufragio,
fulgor de máscaras ascienden escaleras
hacia la escena dramática sin vida...
He desnudado la vanidad del deseo,
he cantado con la soledad del silencio.
¿Para qué sirves luz con tus rojas estrellas?
Las penas son huellas de tu sangre viajera.
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Vicente Gómez Quiles.
Publicado en e-Stories.org el 11.02.2012.
Más de esta categoría "Emociones" (Poemas en español)
Otras obras de Vicente Gómez Quiles
¿Le ha gustado este artículo? Entonces eche un vistazo a los siguientes: