Michelle Hernández

Barbara la muñeca

Francisco caminaba de madrugada por las calles heladas, el viento podía sentirlo cada vez en su cara, los árboles bailaban al compas del aire mientras las hojas revoloteaban. Caminaba, y caminaba, parecía largo el camino, en una esquina lloraban dos pequeños niños, Francisco se detuvo acercandosele a ellos, los niños no estaban del todo solos, Sandy una hermosa niña tenía a su muñeca "Barbara"
-¿Qué hacen sólos en estás calles? -Pregunto Francisco-
-No tenemos a donde ir, mi hermano, Barbara y yo.
-¿Quién es Barbara, pequeña?
-Es mi muñeca. -Dijo Sandy-
-¿Y dónde están tus padres? -Ellos han muerto. -Sandy sonrió-
-Por hoy vengan a mi casa, más tarde los llevaré con la policia para que ellos sepán que harán con ustedes dos.
Tomados de las manos Sandy y su pequeño hermano Diego caminaron por aquellas calles oscuras junto a Francisco, hasta que ambos niños pararon frente a un árbol.
-¿Sucede algo?
-Sandy de nuevo sonrió-
-¿Pasa algo?
-Creo que a Barbara no le agradas.- Contesto Diego-
-Barbara es una simple muñeca.
-Tú no conoces a Barbara ¿Porqué podrías hablar así de ella?
-Porqué es un juguete, y ellos no tienen vida.
Continuaron caminando hasta llegar a casa.
Francisco les mostró donde dormirían.
En cuanto a él, se postró frente a un espejo mientras pensaba en lo que Diego le había dicho.

Ese mismo día por la tarde Sandy se acerco al cuarto de Francisco a observarlo.
-Gracias por darnos hospedaje.
-¿Hace cuánto murieron tus padrés?
-Hace unas horas... -Los ojos de Sandy comenzaban a sangrar, mientras su vestido se llenaba de sangre, Diego misteriosamente aparecio en el cuarto de Francisco en su cuello le atravesaba un puñal, lleno de sangre au cuerpo indefenso, Francisco se puso a correr, hasta que Sandy se le puso frente a él, lo apuñalo 7 veces Barbara se había apoderado de su cuerpo, Francisco murió instantaneamente.

A la mañana siguiente en los noticieros hablaban de la muerte de cinco personas con siete puñaladas, todas sin ojos, y con la boca costurada eran Sandy, Diego, Francisco, y los padres de los primeros dos.

Se desconoce al asesino... ¿Quién sospecharía de una muñeca? ¿Quién creería que una muñeca se robaría el alma y la sangre de estás personas? De estás y las siguiente 26 personas...
Barbara sigue asesinando, es así como alimenta su cuerpo, su alma, y su vida, ella no es una simple muñeca.

Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Michelle Hernández.
Publicado en e-Stories.org el 26.02.2014.

 
 

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