Vladimir Ugarte Lopez

Una mañana de agosto

Rutina, carrera contra el tiempo, la lucha diaria por la vida y su interminable sustento,mi trabajo es no llegar tarde en las mañanas al hospital, no recuerdo la hora, tal vez 8 o 9 am, con una torta de salchicha en las manos, una mordida y un trago de café, capuchino con leche deslactosada, por aquello de la intolerancia, es comun ver por ese lado del hospital el traslado de cuerpos sin vida, personas muertas, perdieron la batalla, perdieron, y tal vez ganaron, paz, el dolor se fue, la angustia y la incertidumbre desaparecieron, en el mas "acá" del mas "allá" mejor ni hablamos, todo esto es, repito, "normal", pero, hoy, algo lo hizo "anormal".Casi en el ultimo bocado de mi mañanera y reconfortante torta de salchicha, mi mirada y atención se centraron en una pequeña camilla con un bebe, un bebe muerto!, no adulto como los que siempre vi e imagine, imagine que bajo esas sábanas frías viajaba hacia el mas "allá" un viejo o vieja, un adulto, un adulto mayor que Yo o tal vez no tanto, pero esta vez no! Era un bebe!.Tras la camilla una mujer, viva, llorando sin ruido, tal vez casi muerta también, la madre?, familiar?, no lo se ni lo sabre nunca, solo la vi caminar detrás de la camilla empujada por un joven empleado del hospital, que dicho sea de paso, vaya trabajito!, cansada, deshecha, triste, mirada perdida, no hay manera de describir lo que vi y sentí por esa pobre mujer, detrás de la camilla, llorando sin ruido, cargando una bolsa con los detalles de la batalla que fue librada por ella y tal vez alguien mas, medicinas, medicinas que solo ella sabrá el esfuerzo que se tuvo que hacer para comprarlas motivada por la esperanza y la ilusión y aterrada por la incertidumbre, además se veía papelería propia de la burocracia del hospital,papeles, que junto con la medicina ya no son nada, quise correr y abrazarla, llorar sin ruido con ella y tratar de decirle algo, algo que se, no la reconfortaria, pero quería hacerlo y no pude!.Ya es la noche del mismo dia de agosto! Sigo pensando en el bebe y en su mama o ! pariente o lo que sea, lo mas seguro es que siga llorando, espero que ya con ruido y que ese ruido del llanto de a deveras drene su alma un poco y descanse.Mi regalo mayor, vivir, vivir, por que algun dia alguien va a seguir mi camilla, o peor aun yo tendré que seguir una. Amar a todos mis seres queridos y vivos, gracias bebe, gracias mujer de llanto sin ruido, gracias por que con tu tragedia me regalaste una vida mejor, hoy en la mañana, una mañana de agosto.

Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Vladimir Ugarte Lopez.
Publicado en e-Stories.org el 12.04.2015.

 
 

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