Ella

Ya falté a clases. Pero ya quiero volver. No porque me guste, sino porque está ELLA. ELLA, es la única razón que se me ocurre para tener la loca idea de volver a cursar esa materia tan odiosa.
 
 
Y es que no me importa atrasarme en la carrera, no me importa perder el tiempo, pero necesito con toda mi alma verla una vez más.
Y cuando la vea voy a querer irme de ahí porque siento una angustia insoportable al verla sonreír o hablarme. Me pongo a pensar que jamás estará conmigo ni me mirará con amor y me parece tan injusto que llego a odiar mi destino.
Y no basta con alejarme de ELLA, porque tarde o temprano me veo obligado a verla otra vez y empieza todo de nuevo. Cada esfuerzo que hago por evitarla en vez de aliviarme se vuelve contra mí y es como una puñalada al corazón. Estoy atrapado irremediablemente en un remolino que lleva hacia ELLA y no hay forma de salir.
 
 
Todavía no pasó un día y ya me arrepentí de haber faltado a clases.
Voy a luchar todo lo que pueda aun sabiendo que volveré a ella de cualquier manera y todo volverá a empezar. Tal vez deje esta materia pero seguramente (ya estoy pensando una excusa) seguiré yendo a la facultad para verla.
 
 
Esto no termina acá, todo volverá a empezar y no puedo cambiarlo.
 
 
Que Dios se apiade de mí.

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