Joel Fortunato Reyes Pérez
DEMUDAR MÓRBIDO
DEMUDAR MÓRBIDO
Se cura del honor la herida,
con el fieltro de la pluma,
el ave la tinta la mano el papel,
el verbo ardiente. Serena luz.
Brillante opacidad, justo silencio,
prudencia con calma y chispa…
Donde el aliento viste al diestro,
con la cautela del embalse,
con la furiosa paz ligera,
con el perfume de corto filo,
con el veraz decoro fiel.
Donde el frenesí declina suave.
Por eso, tatuado al sol dejó la noche,
bajo las velas apagadas, inquieta,
la última estrella agonizando,
en las hojas amantes de los ojos.
Ecuánime perspicacia y ataraxia.
Benemérita entereza humilde.
Dime, dime…
¿Quién al mal acribillar puede?.
Las ventanas han perdido las pestañas,
la lengua los dedos las letras los ojos,
desnudos desayunan duplicada dureza.
Descomposición descomunal diaria…
Mórbida modernidad mucosa mixtura.
Tan impúdicamente servil y sustantiva.
Tan salvajemente falseada y fatalista.
Demudar desairando desangramientos.
Mórbido fandango fangoso falible.
Entre uñas de ceniza y tumultos extintos.
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Joel Fortunato Reyes Pérez.
Publicado en e-Stories.org el 19.10.2017.