No puedo ni escribir. Me es imposible.
De mi mente no surgen las palabras.
No lleno ni con letras este espacio.
Ni dibujo las vías adecuadas
en versos con raíles de utopías
y traviesas de engaños y nostalgias.
No puedo ni escribir. Ni amo siquiera.
Ni camino, ni puedo ver, ni siento.
Ni afirmar ni desear algo sigo.
Un tren, que es de mi vida el motor vago,
locomotora en mi metabolismo,
circula en vía muerta sin descanso.
No veo las ideas en mi estilo.
Ni busco ni deseo nuevos halos.
No quiero levantarme de mi sitio.
Vagones de tristezas y patrañas
de penas viejas, traumas y perdones
tamborilean vías oxidadas.
Y aquí me quedo. Aquí pasa la vida.
Un gorrión se detiene en la ventana.
El cielo de violetas se ilumina.
En el crepúsculo, el viejo tren se para.
Mira la vía que el horizonte traza
y se dirige, ciego, hacia la nada.
27/5/2004
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Maria Teresa Aláez García.
Publicado en e-Stories.org el 31.08.2006.
Más de esta categoría "Emociones" (Poemas en español)
Otras obras de Maria Teresa Aláez García
¿Le ha gustado este artículo? Entonces eche un vistazo a los siguientes: