… y llega y sube la mañana sola, clara, ingente, luminosa;
mi corazón la mira, y sabe, por un instante, que vencerá el temblor y el pasmo inusitado,
y que asimismo vencerá la oscuridad, y que también, también la muerte;
[naciendo, naciendo y yendo hacia adelante y hacia arriba, y llenando, y elevándose;
así, y hoy,
tal es y va la luz]
y es que, a veces, de esta forma crece y fulge la alegría, la inmortalidad íntima,
incluso la ética del mal mientras ruge, grita y aporrea, observando su final, transfigurado,
en límpidas esencias de amor y de silencio;
¡ … ah, ah si pudiésemos comprar este prodigio con cesta de mercado;
ah, si pudiésemos irradiar su poder por cátedras y tronos, por púlpitos, estrados, parlamentos,
y ay, si pudiésemos tan sólo recordarlo y con él, y de él, vivir !
… demasiado ocupados, demasiado mortales y demasiado cierzo en la voz aún,
demasiado, demasiado;
… y con ese inmenso brío - excelso, sanador y universal, y cual de otro mundo -
todo fulge, cumple y desaparece para renovar sus fuerzas, y velozmente, y con nueva faz,
volver;
… por tanto, y siendo así - decidme - el vuelo de la luz, quién, quién lo detiene.
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Antonio Justel Rodríguez
https://www.oriondepanthoseas.com
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Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Antonio Justel Rodriguez.
Publicado en e-Stories.org el 13.09.2023.
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