Angels Vinuesa Fernandez

TRASIERRA

TRASIERRA
 
 
.. A ESA QUERIDA TIERRA EXTREMEÑA…
 
 
… Hoy vuelvo a ti, mi querida  Trasierra, como tantos años desde mi niñez, y al observar ese cartel en la carretera  nunca dejo de sorprenderme al parecerme extraño ver tu nombre escrito.
 
.. Comienzo a ver la tierra carcomida por el sol, en un paisaje decorado de encinas y olivos, con ese olor a jaras y tomillo que  te penetra hasta el alma.
 
 La carretera bordeando los caminos, hasta de repente  aparecer como dos centuriones las  sierras ,y en la lejanía  el castillo en ruinas, donde la reina abarcó un gran territorio.
 
Puedo imaginar esa misma  carretera transitada por la tartana o por hombres   subidos en las bestias  camino de Llerena, y  hasta si aguzo un poco el sentido, observo a una mujer, de negro impoluto, pañuelo en la cabeza con un gran paraguas.
 
..Y de repente  , al saltar el recodo del camino , apareces tu Trasierra ,  salpicada de casa blancas , de nuevas edificaciones , con el  sol retozando en sus paredes ..
 
Niños que corretean  sin el menor temor, y que me trae  recuerdos  intactos de mi infancia.
 
Pero cada día te rejuveneces, y  aparecen  nuevos  y  antiguos habitantes que retornan después de una vida  fuera de ti  en la emigración.
 
………..
 
.. La iglesia  se erige majestuosa en la colina, vigilante  del pueblo y sus nativos, albergando en su corona  una cigüeña que nunca mas quiso  salir de allí.
 
Imagino mujeres valerosas, vestidas de negro, moño en alto y delantal cuadros  que antaño iban  con el piporro y el cántaro en el cuadril a por agua a la fuente  inagotable de la vida.
Amaneceres  salpicados de pequeños puntitos en el horizonte  de hombres que salen a faenar  en el campo y retornan cuando el sol se acuesta  tranquilo, con el  sol pegado en cada arruga , las manos agrietadas de cansancio y una leve  sonrisa en los labios .
 
Al medio día, el pueblo muere, con las calles desiertas, solo algún can es  capaz de dormir a la sombra de las casas y  enmudece  ante  el poderío del gran astro.
 
Familias, tradiciones ancestrales  y un halo de juventud que viene pegando  fuerte.  
 
Ahí estás Trasierra, y hoy vuelvo  como tantas  veces desde mi niñez  al parecerme mentira que nadie hable de ti, que nadie te ve  hermosa como  yo te veo.
 
Pequeño pueblo entre montañas  donde mis antepasados, aquellos pastores de Soria, castellanos nobles en sus origenes, echaron raíces  y crearon familias  en el perder  de los tiempos.
 
Angels Vinuesa  
 
 

Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Angels Vinuesa Fernandez.
Publicado en e-Stories.org el 19.10.2006.

 
 

Comentarios de nuestros lectores (0)


Tu comentario

¡A nuestros autores y a e-Stories.org les gustaría saber tu opinión! ¡Pero por favor, te pedimos que comentes el relato corto o poema sin insultar personalmente a nuestros autores!

Por favor elige

Post anterior Post siguiente

Más de esta categoría "General" (Relatos Cortos en español)

Otras obras de Angels Vinuesa Fernandez

¿Le ha gustado este artículo? Entonces eche un vistazo a los siguientes:

“Vaya. siestecilla...” - Angels Vinuesa Fernandez (General)
Pushing It - William Vaudrain (General)
Amour fourbe - Linda Lucia Ngatchou (General)