Maria Teresa Aláez García

Comentario con paralelismos subjetivos a la película

Las horas 

Resulta curioso el vaivén de la vida. Cómo nos vamos desplazando, seguros de nosotros mismos, pensando en que somos nosotros quiénes elegimos nuestros pasos y nuestros momentos, pero siendo conscientes en la mayoría de las ocasiones en que parece que algo o alguien va retrasando los momentos para poder hacer encajar las piezas o para unirnos como electrones en distintos átomos para provocar una reacción.

Esta sensación la estoy teniendo con la película Las Horas.

Me gusta mucho leer y escribir, sobre todo. Tengo una cosa en mi contra: mi falta progresiva de memoria. No puedo retener lo que leo, así que lo suplo reteniendo las emociones sentidas en el momento de la lectura. Quizás por ello me afano ahora en recoger emociones positivas de todo, incluso de lo que no me gusta, mientras no sea malo, para poder irme de aquí dejando lo positivo por delante y mucha vida y mucha energía repartida.

Entre mis escritores y escritoras favoritas, quienes más me llaman la atención incluso sin haber leído muchas obras suyas, están Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero), Virginia Woolf y Alfonsina Storni. La primera ha simbolizado mi niñez, en donde lo único que tenía que hacer era esconder una identidad sensible, inquieta y curiosa, tras una apariencia tímida, sosa y seca, incluso perdida, en una apariencia que rayaba la subnormalidad. Esta mujer escondió tras su alias una gran capacidad creativa y un don de gentes extraordinario.

Alfonsina Storni ha sido mi adolescencia y juventud. Su gran capacidad de amar, su imposibilidad al tener hijos - en mi caso vencida gracias a la ciencia porque tengo uno, aunque perdí otra y ya no puedo tener más - sus ganas de vivir y su derrota ante una enfermedad que hoy en día tiene curación pero que en su tiempo no la tenía y la llevó al suicidio. Su amor por la poesía, su vida en Argentina - de donde era procedente mi abuela -, su estudio del esoterismo, su trabajo como maestra. Son muchas cosas las que me identificaban con ella, así como su suicidio. El mar, su interior, me ha encantado aunque en mi caso, los intentos fueron distintos y las motivaciones fueron distintas también. Ella huía de una cárcel física de enfermedad, yo de una cárcel física y psicológica.

Y queda Virginia Woolf. No conseguí leer nada de ella pero sí conocer su vida. También la perdió en el mar. Mi mar..... Era una mujer impresionante, que tendía a la demencia. No es éste mi caso aunque ya he leído algo suyo y quizás la demencia era más ajena que propia.

Al ver el trailer de la película "Las horas" leí que una de las protagonistas principales era Virginia Woolf. Y decidí ir detrás de ella. Hasta hoy no he conseguido verla. Sí vi la versión de Liz Taylor con "Quién teme a Virginia Woolf", pero no la he entendido completamente hasta el momento de hoy.

Momento en el que me he visto identificada con las tres mujeres de la película. Tres mujeres que son independientes, creativas, que tienen algo que decir pero a las que dirigen sus vidas. Tres mujeres que demuestran que la sociedad nos sigue tratando como números, como seres impersonales, como cosas sin emociones ni inteligencias, como algo frío, y que no es capaz de sacar nada del ser humano ni siquiera en beneficio propio. Solamente trabajar como burros, seguir unos esquemas que en ocasiones son inhumanos y sólo para poder de unos pocos y su ganancia.

Estas tres mujeres necesitan experiencias y no necesitan encerrarse en sí mismas. Necesitan sentir además de pensar y no quieren lamentarse de lo que han vivido. Algo tienen que perder y a alguien tienen que matar para poder vivir. En este caso, muere precisamente el alma que la sociedad ha construído, representada por Virginia Woolf. La mujer valiente que se enfrenta con las ideas y emociones, pierde todo lo que quería pero no se lamenta de ello. Y triunfa la mujer que ha sabido elegir y que ha decidido amar. Sigue siendo una historia muy dramática y es difícil que la mujer ahora pueda hacerse responsable de sus propias decisiones sin que se la menosprecie y se la critique.

En mi caso, he tenido que resolvérmelas como he podido en las situaciones expresadas en esta película. A duras penas puedo escribir dado que, siguiendo las normas sociales, atiendo a mi hijo y a mi marido y he adquirido de modo responsable esta labor, aunque se me exige ponerme a trabajar y ganar dinero para que otros miembros de la familia y la misma sociedad me consideren elemento útil y activo. Si he elegido cuidar de un hijo que me necesita y que tuve por decisión propia, se me obliga a dejarlo en otras manos y a ganar dinero para satisfacer caprichos que en este momento no necesito, o para mantener un status que en este momento me importa menos que el cuidado y atención de mi hijo.

No puedo escribir porque literariamente no llego al grado de redacción y vocabulario que requiere un gran escritor, culto,refinado y famoso. ¿Puede ser que yo prefiera recurrir a vivir todas las etapas que se requieren para ser un escritor experimentado? ¿Y si no quiero ser famosa y solamente quiero expresar lo que veo y siento para dejar una experiencia que pueda ayudar - espero que no perjudicar - a mis semejantes?.

Debo hacer.. debo pensar...

En una ocasión salí de mi casa y dejé a mi hijo al cuidado de mi marido, para poder respirar un poco. Necesitaba ser yo misma. Quise coger el tren y huir para sentirme viva porque moría entre estas cuatro paredes planchando, limpiando, cuidando de mi hijo, viendo la tele y dedicándome a ser nadie. Aunque haya elegido la vida anónima, de cuando en cuando es necesario ser humano. Y hasta éso se niega.

Volví a casa por mi hijo y mi marido me reprochó el haber dejado a su hijo a su cuidado. Posteriormente él se enamoró y no escuchó más reproche de mí que el haber llevado su romance delante de su mujer y de su hijo. Si quería alas, podía haber volado, porque hay veces que en el amor uno se da cuenta de que es necesario separarse del ser amado, sobre todo si se le hace daño. Y mi marido prefirió quedarse y vivir su romance ante nosotros, haciendo de su amante una más de la familia.

Otra cosa que he visto ha sido la capacidad de poder elegir su sexualidad. También me he visto en ese trance,aunque mi deseo por tener un hijo fue mayor que el de vivir una sexualidad libre y probarlo todo, dado que las circunstancias para poder tener mi hijo fueron difíciles y no tenía... horas. Pero cuántas veces he resuelto no seguir un romance sea hetero, sea homo, por ver que podía hacer daño a la otra persona con mis actos, mis palabras, que podía avergonzarse de mí o de mi carácter, de mis actos o que quizás no llegaría a su altura o que su familia no me aceptaría... en fin, me negué el amor y no por excusas precisamente, si no para evitar un mal.. cosa que no pudo hacer la segunda mujer que aparece en la película.

Aún así, no se puede asegurar si elegimos una situación o determinada forma de vida por casualidad o porque es necesario. Incluso cuando me he encontrado segura de lo que he hecho y he visto los pros y los contras, incluso así he tenido que echarme la carga al hombro y seguir adelante.

Lo que he visto aquí representado, lo que ha sido difícil para estas mujeres, como lo es para mí, es sacar a la luz nuestros sentimientos. Todas los hemos tenido que esconder porque no le importan a nadie. Ni siquiera a nuestras parejas. Todas hemos tenido que escribir palabras nuestras en otras bocas, colocar nuestras experiencias y sentimientos en otros corazones para no ser criticadas o atacadas. Incluso formarnos una máscara falsa de nuestra actitud porque si somos como deseamos, verdaderamente, se nos insulta, se nos repudia, se nos olvida. Y aunque aceptemos estas respuestas, se nos ataca para hacernos reaccionar.

Me he preguntado siempre: ¿cómo hacen las personas tímidas, que viven una vida reposada y relajada, de estudio,de felicidad y tranquilidad familiar, de serenidad y paz interior, de equilibrio sobre todo, para manternerlo? Se me han dado muchas respuestas: desde tener mucho dinero hasta ingresar en un convento. No deseo engañarme a mí misma ni dejar que los demás mientan sobre un hecho que les disgusta, pero sé que existe ese modo y he de encontrarlo.

Por si acaso, pido perdón por estas reflexiones propias y espero que nadie se vea atacado/a por ellas. Son emociones que vinieron a mí durante la visualización de esta película. Y la recomiendo... es magnífica.

Lo más triste fue que el joven que une a todas las historias se llame Richard. Ricard, como mi hijo. Esta parte me ha enseñado enormemente que la influencia sobre mi hijo afecta gravemente a su estado emocional, tanto como puede afectar la de su padre. Y también el peso que la sociedad ha dejado caer sobre las madres imponiendo la educación filial y el control emocional. ¿Y los padres? Igual de importante es su aportación.

Todos los seres humanos tenemos ternura, cariño e intuición.
Deberíamos intentar ponerla en práctica.

(c) Philiph Glass. Banda sonora de la película "Las Horas". Branki Parlic.

Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Maria Teresa Aláez García.
Publicado en e-Stories.org el 26.10.2006.

 
 

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