Maria Teresa Aláez García
Otredad 5
Alcancé la realidad con la palma de mi mano.
Recogí el lienzo.
La vida se arrugó y los sentimientos lloraron
deslizándose entre los pliegues de la seda.
Las caras cambiaron.
Los rostros adquirieron semblantes de papel y yeso.
Los cienos se tornaron rubís y los diamantes, cuarzos.
Acerqué el foulard a mi mejilla y cerré los ojos.
Las lágrimas cambiaron el curso
que la soledad daba a sus caudales.
Pero no se deshizo el nudo de mi alma
y no me sentí otra entre tantos.
Me sentí una entre muchos.
Una carga ralentizada entre otras iguales.
Corriente discontinua entre vacíos de palabras.
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Maria Teresa Aláez García.
Publicado en e-Stories.org el 09.08.2008.