Maria Teresa Aláez García

Nicks

Al estar haciendo una labor de reestructuración de foros, blogs y webs,memoria del ordenador y reordenación casera de artilugios, los últimos relatos los dejo incompletos y voy subiéndolos poco a poco y completándolos. Hasta octubre, están casi todos - menos uno, un camino, porque necesito un poco de documentación que no encuentro - incompletos. Como he dicho, paulatinamente se irán completando.

Para las preguntas sin respuestas, estar al corriente de la reestructuración y para dudas, acudir a mi blog Neurotelaraña  http://neurotelarana.blog.com   o al foro de mi arroba. http://pernelle.mforos.com/forums/

Gracias y perdonen las molestias.

Hace unos días, una persona, queriendo hacer un mal, sin darse cuenta, dio una idea con la intención de la burla y el escarnio. Pero quisieron las estrellas que dicha intención se hiciera mágica y enviaron una polvareda de sonidos invisibles que hicieron mella en cierta manera, en las cuerdas de una guitarra y en la suavidad de unos dedos que acariciaron una canción.

 

He aquí el resultado.

 

Ven, siéntate si quieres. Te contaré una historia. O si no, mejor. Te la dejo escrita para que un día, si quieres, puedas compartirla.

 

Hace mucho tiempo. O no hace tanto tiempo. Un año, dos a lo sumo. Cuando te sentía en mi corazón como lo hago ahora aunque hoy la magia te dirija hacia otro destino.

 

Hace no tanto, entonces.

 

En un lugar extraño, enigmático  pero a la par adictivo. Un lugar vacío. Un simple recuadro, una habitación que parece fría, dolorosamente segura. Sin muebles. Sin ventanas… bueno, una ventana enorme sí tiene. Y aunque es un sitio invisible, construido de pura energía y de impulsos eléctricos, aunque esté lleno de vacío, tiene una característica singular: cambia de forma, colores o de sistema de construcción a voluntad de quienes ocupan la habitación en un momento determinado.

 

Es que aún existe y aún sigue siendo ocupada. U ocupado. No tiene si quiera un género concreto.

 

Unos lo llaman habitación. Otros sala. Otros salón. Otros canal. Tiene en realidad todas estas funciones y más. Todas las que, quienes lo ocupan, le quieran dar.

 

Una habitación dividida en varias habitaciones o quizás con varias sillas. Lo que sí había seguro era un sofá, unas mesas y una puerta hacia un salón con mueble bar, nevera y cocina.  Sin paredes. Sin ladrillos ni pintura.

(continuará) 

Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Maria Teresa Aláez García.
Publicado en e-Stories.org el 14.10.2008.

 
 

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