Maria Teresa Aláez García

Hipocresia

HIPOCRESIA.

No quiero ser amable ni debo ser juiciosa.

La gente se mueve por instinto y usa el juicio para conseguir lo que su instinto le pide.

La gente. Yo.

Todo es falsedad, vanidad, los demas, yo y no hay una vuelta a por los demas, por mi, pro pro pro.

 

Mi vibora se mueve dentro de mi vientre y me pide violencia.

Engendrare otro monstruo que me vuelva mas violenta.

Engendrare un monstruo que de vida al dragon dormido que reside en mi cerebro.

 

Un dragon de aire.

Un tiranosaurio avido de carne, sangre y musculos.

La vida en lejia.

 

La interpretación picara y falsa de la vida. Todo es bello y las rosas son de tela.

Odio las flores.

Odio la belleza.

Odio la musica.

 

Interpretacion latente del uso egoísta de lo bello.

Me servira para comer.

Servira para beber.

Se usara para recibir halagos.

Servirá para fornicar una y otra vez.

 

Donde esta la felicidad. Es falsa.

Todo es falso. Todo se negocia, se compra con dinero. Posesión infrahumana del oro que al final se queda aquí.

 

Todo se queda.

 

Oro.

Ropa.

Gente.

Miedos.

Siervos.

Negocios.

Todo.

 

No nos llevamos nada en el último viaje.

Ni hemos depositado nada en el arcon del destino.

 

Venimos de vacío y de vacío nos vamos.

 

Representa el vacío del cerebro.

 

Que bien se vive siendo un iluso. Florecitas, pajaritos, paseitos, caminitos, amor, amigos, felicidad, positivo. Todo positivo.

Cuanta mentira.

Las esperanzas están muertas hace ya milenios. Lo que hay ahora es manipulación disfrazada de esperanza, anzuelos para captar ilusos e incautos.

 

No existe el romanticismo ni el amor. Existen acuerdos económicos y sexuales disfrazados de ropajes varios.

 

¿Por qué no vamos desnudos y nos ponemos bozales, arneses y correas? Si no hemos salido de la edad de las cavernas. Solo hemos mejorado las cuevas y hemos sacado el material para construir cuevas de diseño  y pinturas al óleo.

 

¿Sentimientos? Para que.

Para fornicar y saber si nos engañan en cuanto a ganar dinero o a gastarlo o a usar el poder o a arrebatarlo.

 

Antiguamente los grandes edificios eran funerarios o protectores.

 

Luego fueron las iglesias, templos,  los palacios  y los teatros.

 

Después las iglesias, templos, palacios, teatros, garajes, astilleros, hospitales, y hospicios.

 

Mas tarde las iglesias, templos,  palacios, teatros, garajes, astilleros, hospitales, hospicios, campos de concentración, salones para el gaseo, cementerios, cárceles y museos.

 

Ahora son las iglesias, templos, palacios, teatros, garajes, astilleros, hospitales, hospicios, bancos, tanatorios, campos de futbol y salones de reuniones así como los polideportivos, cementerios, colegios, cárceles, museos.

 

A esto se unirán los prostíbulos.

Ah, me faltan las torres y los monumentos, los bomberos, ayuntamientos y sedes policiales.

 

Y las casas cada vez más pequeñas y más caras, más pequeñas y mas caras.

 

Que alivio siento. Soy un dechado de defectos.

 

Soy un ser humano imperfecto.

Quizás el único en el planeta.

 

Me alegro.

 

 

 

 

 

 

 

Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Maria Teresa Aláez García.
Publicado en e-Stories.org el 11.10.2009.

 
 

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