[ España – 1939 - 1975]
[Especialmente dedicado en este momento al Juez Garzón de España]
... cuando ni aún esperanza éramos, la historia se detuvo y, con vergüenza,
dejó páginas y páginas en blanco;
[para nosotros]
… somos gentes de calle, de partida diaria;
hemos perdido los juegos heredados por desuso, sin otros inventados,
sin nada para las horas de esta cruda prisión o historia blanca,
pobres por hurto, por doma, gallinas ciegas en este mar de fondo;
¿ … quién querrá juzgarnos ?
es una duda de hombres, para hombres,
sólo para matar el corazón y dejarlo estéril como a menudo la memoria,
inservible tantas veces;
…. no, esta hora no es de llanto, ni de blasfemias;
esta hora es para pensarla, contarla minuto por minuto,
rehacerla y dejarla en testamento abierto;
pero, mientras ¿ qué hacemos, todo imaginación,
sin manos, sin lengua, qué hacemos, redentores nocturnos
sin cruz ni clientela ?
¿ qué tierra podrá acoger nuestros huesos con reparos por enfermos,
y qué lugar acogerá - o no acogerá - nuestras almas paralíticas,
ensambladas como cuentas de un rosario que sólo disponía
de un misterio ?
… y al fin, qué blasón y ceremonia tendrá esta despedida,
cuando a las órdenes del amo hemos segado en silencio
y en silencio las hoces nos han marcado;
.. adiós, adiós; ojalá mi marcha no sea verdadera para un juicio extraño,
pero al cabo herido, salvador y cierto.
http://.www.oriondepanthoseas.com
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Antonio Justel Rodriguez.
Publicado en e-Stories.org el 22.02.2010.
Más de esta categoría "Poema lírico" (Poemas en español)
Otras obras de Antonio Justel Rodriguez
¿Le ha gustado este artículo? Entonces eche un vistazo a los siguientes: