De tu geraneo nació mi libélula.
¡Ansiosa juventud revolotea
por los pasadizos sus galerías
de tallada madera, loza y piedra!
Desde la Casa de los Curtidores
las almas simularán ser sirenas,
se abrazarán nuestras melancolías...
Podría sacarte de mis pensamientos,
tornar a esa vacuidad tan vacía;
sabría engañar el dolor en la ausencia
o no socorrer mi voz con tu nombre.
Ver en la calle gris, su faz melódica.
Calcar del mar: rumores, caracolas...
Traspasar reflejos para fundirme
como la más azul de tus miradas
pero nunca - fiel amor - ofrecerte
temple, juicio, sosiego en las palabras.
Mi vuelo de papel rompe en las olas
ascendentes, templadas, espumosas,
con sutil vergüenza, naufragada.
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Vicente Gómez Quiles.
Publicado en e-Stories.org el 03.07.2011.
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