Ignacio de los Angeles Mendez Rivera

PERICO MATA CARITA

 CUENTOS URBANOS
(CUENTOS CORTOS)
 
 
PERICO MATA CARITA
-¡Oiga vecina! Necesitamos ir pensando en los preparativos para el festejo de graduación de las muchachas-dijo Lucía acercandose a su vecina;estaban en la banqueta fuera del colegio donde estudiaban sus hijas –Pues sí,pero a lo mejor nosotros no vamos al festejo-contestó Edith-¡como! Y porqué nó? Ya ve que andan las Muchachas entusiasmadas por que se llegue la fecha,contestó Lucia-
Pues su Muchacha si la veo con muchos animos,pero mi muchacha es todo lo contrario-dijo Edith,mientras agachaba la cabeza y jugueteaba con su pié como queriendo despegar un chicle del piso-¡no me diga que es por falta de dinero,vecina! Si aún falta tiempo y podemos ir viendo la manera de conseguir lo necesario-dijo Edith.
-No es eso! Es por otro motivo, y pues la verdad me dá pena contarselo vecina
-Orales! Nó,pues usted sabe vecina,ha de ser algo muy grave o muy intimo;digo.
-algo asi,algo asi-dijo Edith,mientras suspiraba hondo y contestaba,se lo voy a platicar,nadamás vamonos caminando,porque no quiero que nos vayan a escuchar porque si es algo delicado-
-Caminaron rumbo a sus casas y Edith confesó a su vecina lo que habia callado por tanto tiempo,lo que quiso en un momento gritar con todas sus fuerzas y sacarlo asi de su alma,de su pensamiento-
¡fijese que marujita no quiere a su Papá! Le da vergüenza que la vean con el y ya ve que a este festejo quieren que vayamos los padres para la cena de gala-¡pero como que no lo quiere! ¡qué,no es su padre?-pregunto Lucia-¡mmm! No manche vecina,como no va a ser su Padre,no ve que tiene su misma cara? Y es precisamente por eso que no lo quiere,la pobrecita reniega todo el tiempo de eso y me echa en cara que porque no nació parecida a mi y eso no es todo!-dijo Edith-¿Qué,hay algo mas?-contestó Lucia- ¡si! Tambien mis otros hijos reniegan de lo mismo,ya ve que también se parecen a el-
¡Hay vecina!pues me va a disculpar por lo que le voy a decir-dijo Lucia-pero desde hace tiempo,la verdad; le quería preguntar que le vio a su esposo,el pues la verdad sea dicha ya ve como le dicen los vecinos,le dicen el CATÁN y pues si está fellito el pobre-en cambio usted,tan guapa,su piel tan blanca,su cabello tan hermoso guerito,guerito,sus ojos verdes grandotes y que bonito cuerpo tiene e inclusive usted está mas alta que el,El chaparro y con esa barrigota-pues que le dio para enamorarla?
-¡Hay! Vecina yo creo que me agarró en la hora pendeja,ya ve que dicen que todos tenemos un momento asi,y es que como me insistía y me insistía,a cada rato me hablaba y me hablaba,me decía cosas bonitas y en una de tantas,pues caí y le de el si- y la verdad,ahora me arrepiento.
-pero porqué vecina,¿no lo quiere?-preguntó Lucia
-No es eso vecina si lo quiero,pero estoy enojada con Diós, ya vé todos mis hijos se parecen a el,todos feos y de su mismo color moreno fuerte,ninguno se parece a mi y me encabrono porque eso a propiciado que renieguen de el mis hijos,ya vé como les hacen burla sus amigos,!que los CATANCITOS,! QUE LOS CHANGOS! y eso sería lo de menos pues son hombres y de alguna manera pueden encontrar una mujer,a lo mejor también pendeja como yo-
Pero lo que mas me enchila es porqué  también mis hijas salieron con la misma pinche cara de el y pa acabarla de fregar,hasta con su mismo cuerpo.
¡hay le encargo vecina! Que esto que le platiqué no vaya a comentarlo con nadie,por favor-dijo Edith,mientras se despedian-
No se preocupe vecina,soy una tumba y no será por mi que se sepa esto,le agradesco su confianza-
 
Lucia entró a su casa y su esposo le preguntó-¡y ora! Tu que trais-porque tan pensativa,que te dijeron en la escuela o qué?
-Nada,no pasa nada-contestó a su esposo-
¡fijate viejo! Que ahora agarro la onda de lo que me comentaste un dia-¡pues de que te comenté! Dijo el-
ah,nada olvidalo! Dijo Lucia mientras caminaba pensativa,ajá PERICO MATA CARITA,PERICO MATA CARITA!
 
MORALEJA
DIOS NO CUMPLE CAPRICHOS, Y SI ESTAS FEO YA TE CHINGASTE MEJOR PRACTICA EL COTORREO,EL BLA,BLA, EL PERICO NO FALLA!
BADANGEL.

Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Ignacio de los Angeles Mendez Rivera.
Publicado en e-Stories.org el 23.12.2011.

 
 

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