En un parque sentada.
Trazados semirrectos,
vista algo romántica,
cemento en los diseños.
La curva es española.
Materiales sureños.
Mano delineadora,
los ojos tiene ciegos.
Permanezco sentada
en un banco desierto,
donde escribir podría
oculta por el miedo.
Un cenador aísla
de la mirada centro.
una estricta rotonda
y un asiento secreto.
Un parque interior bello
entre edificios nuevos
de cotillas vecinos,
de niños pedigüeños,
de aires escondidos,
de pequeños recelos.
de diferentes verbos,
de raros pensamientos.
Se asientan desde el aire
imágenes del tiempo:
recuerdos ponderables,
retenidos momentos.
Las noches resguardadas,
estrellas del desierto
del mar y tu mirada.
La lluvia y tu paseo.
Me senté y sentí triste
por perder la cadencia.
La noche que sentiste
ingrata mi presencia.
Las notas que rompiste
con dolor y tristeza
porque solo estuviste
y cerraste tu puerta.
Todos los derechos pertenecen a su autor. Ha sido publicado en e-Stories.org a solicitud de Maria Teresa Aláez García.
Publicado en e-Stories.org el 30.03.2008.
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